
A fines de 2016, me contactó desde Estados Unidos Roberto Laver. Me pedía ayuda para editar un libro sobre corrupción, sus raíces culturales y el desafío que la iglesia cristiana tenía sobre este tema.
Si bien no me resultaba un tema cercano, desde el primer momento me interesó el abordaje. Y el libro no me defraudó: me resultó sumamente enriquecedor conocer las causas y efectos sociales de la corrupción como así también la explicación de por qué las reformas tradicionales no lograron erradicar este mal.