En 2015, cuando lo conocí, Sergio me comentó que estaba pensando en escribir un libro sobre la comunicación orbital, idea con la que venía trabajando en Newlink, su consultora, desde hacía un tiempo. Y así fue como empezamos a recorrer juntos un enriquecedor camino por el que nos acompañó –y ayudó infinitamente– Alejandra Labanca. Fue un largo recorrido, por momentos arduo, pero durante el que fui aprendiendo siempre, gracias a lo que Sergio llama -en los agradecimientos de su libro- la inteligencia colectiva.